miércoles, 10 de septiembre de 2008

El rito / invierno de 1999

No soy un hombre que explique sus poemas, detesto hacerlo, no voy a explicar ahora de qué tratan estos versos, pero sí debo decir que pertenecen a un poemario que creí perdido: EL RITO, y que muchos amigos pensaban que era un invento, les había hablado tanto de este libraco y no habían leído ningún poema, bueno pues, aquí hay algunos poemas, son 23 en total, aquí solo una muestra. Los escribí el año 99. 
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Fuiste la asombrosa criatura que por siglos / Busqué ávidamente entre los átomos / El perturbado ángel que en los muros / Aniquiló con soberbia el paraíso.
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Antes
Solía ser cordial
Con el resto de los seres
Casi como un autómata
Que lanza sin prefijo la sonrisa
Allí
La jauría dejaba
Que con ella me involucre
Subordinaron con el gesto la palabra
Y en las lomas proclamaban
El filo astuto de la pureza
Nada de credos
Ni asimétricas tertulias
La aceptación consistía
En complacer los usos y la imagen
Lo hermético era débil
Al equilibrio circunstancial de sus teoremas
Hoy
Ahí está la jauría
Temerosa
Dándole cuerda a sus discursos y las colas
Como si el apocalipsis derribara
Las cuevas donde abortaron sus poemas.
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El huracán del día vuelve al túnelCon la emoción de un mono suelto en la montaña

La hora es fértil
El laberinto sintetiza

No hay sombra al cuerpo ni peso en el tamaño
Lo nuestro es ese gato que huye como el aire
Hacia las tejas

Nadie debe escuchar esto

La voz que soy
Solo es el eco de un aullido extinto en sus acordes
Sin embargo duele y la luz roja
No deja de persuadir al tránsito que exijo

Imagino que los otros que escribieron
Deben haber dormido sobre las mismas lanzas
O sobre los mismos vidrios
Que en los túneles me esperan

Ahora la piel sufre una mutación de estalactitas
Que eclosionan en los faros
Como si la celda hubiese dicho adiós
A la siniestra mano de las llaves

Mañana retornará el eclipse de los pentagramas
Y todos seremos fuego en los picos de los acantilados
El grito será este concierto que reclama
La virtud de los murciélagos

El silencio hablará con las fugas del espanto
Llegará como un fantasma que ingresa de noche
Hasta la mesa de papel en nuestro idioma.
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Antes de la muerte el feto habla de los celos

No estás / Es cierto
Todo el santuario lo sentencia
Ajeno a la imprecación
Espinosamente fusilada en el fonema

El grito ha desaparecido

La sed y el ansia amurallaron por completo
El coro de las masas
Después del último concierto

Allí la incertidumbre vestía de charanes
Enclaustrados a los nudos incipientes de las ostras

Yo era el cuervo arisco
Que partía de vez en cuando al bosque

Hoy
No saber de ti es el infierno que droga estas pupilas
Este acertijo
Esta cadena de dardos y física perversa

Antes de la muerte el feto habla de los celos
Pronuncia mierda y no se justifica
Porque el vino ha liberado
El vértice homicida de la ausencia

Sabe que la furia lo enaltece
Anuncia el sismo
La redención secreta de lo absurdo donde habita
La voz estrepitosa del silencio

Eco de vulvas

Tigres

Colmillos enterrados en el pecho
Como flechas que escapan de los arcos
Ahora que tu cuerpo
Quizá resbala en otro cuerpo

La vida es más dura con mi tribu

En este tronco de vasos pervertidos por la iglesia
El mito es el emblema que te anuncia
La herida descarnada de lo incierto

El rito ajeno

La verdad en otras latitudes revelada.
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Debo decir algo incoherenteLejos de la estrategia irracional que me aniquila:

Atardecer de espuelas
Neumáticos de tráiler copulando con la línea en el asfalto
Siniestro
Software sacudido por el nervio
Semáforos extintos
Y voces que te acercan más allá del agua y de la sombra
Donde eras el himen absoluto de este rito

Y ahora qué eres?
Con qué bordaron tu corazón en las antiguas estaciones
Si los días solo visten anteojos para buscarlo en mis poemas

Aquí Egon Schielle medita en sus visiones
El ángulo inmediato de la forma
Allí la isla tiene una sirena de uñas largas
Astuta al filo de lo cierto

Temerosa / Pequeñita
Alacrán sublime que los viernes
Escalaba los andes desde el asta inconsciente de la duda

Estos territorios y los dedos saben a ti
Huelen a tu sexo

Ritual del más descarnado sacrificio
Encomiéndame al silencio
Ahora que la tierra es el sepelio adonde huyo

Para alejarme de la extraña manía de nombrarte.
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Debo confesar que un escorpión habita en mis ojeras
No hay glucosa entre los dientes
Ni retórica en el falo
Sólo un hombre de 1 metro 68 perdiéndose en la noche
Psicótico
Jaguar de los esteros
Que descubre con la sombra su intelecto

Bestia en la que fluyen eclipses y equinoccios
Más allá de los patéticos muros
Que resuelven con astucia el sinsentido del pensar
La grieta cardinal de los tres puntos
O las cuatro señales que lo desangran con tu ausencia

La otra perspectiva que lo anuncia
Como un simio decadente ante la nada
Ante los ojos de la IBM
En este ascenso hacia los picos del retorno.
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Es posible que vuelvas con esas actitudesQue galopan de vez en cuando
Sobre las frescas partituras del incendio:
El mismo rito de calcio que agiganta las vértebras del grito
O con la estética de las historias que no me dicen nada
Porque ESTO
Va más allá del mito que busca en sus hazañas
La copa concreta
El istmo circunstancial que nos separa

Es posible que vuelvas / Lo anuncian los grillos
La mortaja donde luzco el traje oscuro que en los codos
Llora tu nombre
Como un canguro en los sótanos del agua

Aquí no me interesa morir si entre las llantas
Proclamo nuestra historia

Allí medita el paso como un terrón de semen que en la ducha
Respira como un piojo entre tu pelo

Hoy no sé otra melodía: solo esta ópera sin eco
La cuerda elemental que agrede estos sonidos

El sacrilegio vibra
Diluye las tropas de los arcángeles que amorfos
Declaran en nombre de la fe
El hito emocional que los destruye

Aquí nuevamente te levantas
Elevas las manos al cuello
Como una gaviota desde el ángulo preciso

En eso consiste entonces tu grandeza
Atrás de la cordura está tu voz
Símil del email / holística / salvaje.